Esta semana hemos asistido a un sin fin de declaraciones sobre el futuro del Hotel Oasis, el futuro del palmeral, que si no es de titularidad pública, que si costaría 180 millones de euros expropiarlo. Todo pegas por parte del presidente del Cabildo de Gran Canaria y del Alcalde de San Bartolomé de Tirajana que ya no sabemos si están dejando pasar el tiempo a ver si pasa de largo este tema y pueda así ejecutar RIU su proyecto con las consiguientes consecuencias en un espacio que volvemos a repetir debe volver a los grancanarios.
No hay excusas. La labor de nuestros representantes debe ser buscar alternativas, negociar con Riu para intentar defender este área natural, le recordamos, patrimonio de Gran Canaria y seña de identidad junto a las Dunas y a la Charca, de uno de los principales si no el principal núcleo turístico de Canarias, Maspalomas. Pero parece estar empeñados en defender lo indefendible, en buscar excusas que den la razón a la cadena hotelera y que pongan en un lugar inalcanzable la recuperación para uso público del palmeral y son otros los que buscan resquicios que nos permita defender que el derribo no se puede llevar a cabo si el único objetivo es construir un edificio mayor que siga minando el palmeral ¿estos son nuestros representantes? ¿estos son los que deben defender nuestros intereses? A pesar de todo nosotros sí que no daremos un paso atrás y seguiremos luchando para defender lo que es de todos.
Hoy los periódicos recogen una información de Ifa que reclama la evaluación de impacto ecológico de obtener luz verde el proyecto del Hotel Oasis, asimismo, critica el mutismo absoluto de un Ayuntamiento que ha decidido pasar la pelota al Cabildo de Gran Canaria y que no ha movido un dedo por defender la continuidad de este paraje natural.
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