lunes, 18 de marzo de 2013

Lo primero sigue siendo el Palmeral, pero...



RIU echa mano ahora del ex decano del Colegio de Arquitectos de Canarias, Juan Torres Alemán, para seguir defendiendo la demolición del Hotel Oasis. Asegura Alemán en un comunicado de los mallorquines, que el complejo ha perdido valor cultural y que, por lo tanto, no debe ser catalogado Bien de Interés Cultural. Nosotros respetamos todas las opiniones e insistimos en que nuestra defensa es la del Palmeral y la del conjunto del Oasis (no del hotel, sino del espacio protegido que conforman dicho Palmeral, la Charca y las Dunas). Lo que exigimos en nombre de los grancanarios es que se respete y proteja nuestro entorno y nuestro patrimonio natural. En cualquier caso, hoy queremos traerles el texto íntegro del arquitecto tinerfeño Federico García Barba, publicado en diciembre de 2012 en la web del Colegio de Arquitectos de Canarias. Creemos que es de recibo que se conozcan todas las opiniones de los expertos y no sólo las que RIU busca desesperadamente entre sus defensores.

 Habiendo tenido conocimiento de que existe la intención para proceder a un posible derribo del Hotel Oasis, situado en Maspalomas del municipio de San Bartolomé de Tirajana, el Colegio de Arquitectos de Canarias, la corporación que representa al conjunto de arquitectos canarios, manifiesta lo siguiente:

- El Hotel Oasis de Maspalomas es una de las obras emblemáticas de la arquitectura contemporánea hecha en las islas Canarias en la segunda mitad del siglo XX. Construido en 1965 sobre un proyecto de los arquitectos José Antonio Corrales y Ramón Vázquez Molezún y con la colaboración del grancanario Manuel de la Peña, supone una de las primeras infraestructuras turísticas realizadas en el sur de Gran Canaria. Este edificio es en sí mismo un emblema y expresión de una época fecunda aquella en que se inicia el desarrollo turístico de esa isla.

Entre sus valores culturales y artísticos hay que destacar lo siguiente:

- Su configuración arquitectónica se plantea desde una relación de exquisito respeto paisajístico y desde la búsqueda de una integración adecuada con un entorno privilegiado. Así, la obra realizada se sitúa en una posición perimetral respecto al magnífico oasis primigenio, entre el mismo y la franja costera. Esa adecuada disposición se realiza incidiendo en la máxima preservación de la gran masa de palmeras canarias del lugar y por ello, supone un ejemplo de respeto ambiental que otras muchas obras posteriores no han sabido aplicar. Como complemento se realizan una serie de jardines que apoyan la integración de la nueva inserción y en los que predomina vegetación acorde con la natural preexistente en el lugar.

- Esa instalación hotelera refleja una preocupación por establecer una subdivisión y segmentación funcional clara en consonancia con las tendencias de la arquitectura del momento. Su disposición geométrica reticular y de altura contenida permite pautas orgánicas que introducen la vegetación entre los volúmenes construidos, generando así una simbiosis de una gran riqueza formal. La aplicación con gran rigor de materiales novedosos entonces -como las estructuras de hormigón, la prefabricación de paneles, carpinterías, etc.- ha generado allí unos espacios ricos y hermosos que son el exponente histórico de una época en la que se introduce la actividad turística de masas en nuestro archipiélago. En sus interiores se manifiesta la gran preocupación de sus autores por la correcta articulación de las piezas y el diseño primoroso de numerosos elementos constructivos.

- Este edificio es además un magnífico trabajo de uno de los equipos más reconocidos de la arquitectura española, Corrales y Molezún, que realizarían el pabellón de nuestro país en la Exposición Universal de Bruselas de 1958, una obra importante para entender la arquitectura española del siglo XX. Su trayectoria profesional supuso uno de los primeros puntos de retorno de la cultura española hacia los movimientos culturales europeos que sobresalían a mediados del siglo XX. Marcarían así la tendencia y el camino para otros arquitectos españoles que recuperarían una estética basada en la modernidad.

- El valor de esta obra ha sido destacado en numerosas publicaciones nacionales y locales como son Arquitectura del Movimiento Moderno. Registro del Docomomo Ibérico de 1996, La arquitectura del sol, publicación del Consejo Superior de los Arquitectos de España en 2002, Arquitectura Moderna de Canarias también de 2002 o el volumen de la Historia Cultural del Arte en Canarias titulado Canarias: Arquitecturas desde el siglo XXI de 2011.

En consecuencia, exigimos que esta obra representativa del arte canario del siglo XX sea de alguna manera valorada y protegida adecuadamente. Solicitamos su declaración urgente como Bien de Interés Cultural de nuestra Comunidad Autónoma en la categoría de Monumento. Para ello, deben establecerse con claridad y de acuerdo a los estudios pertinentes que hacen a este edificio una pieza representativa del arte de nuestra tierra.

Y, estimamos que también el planeamiento urbanístico del municipio de San Bartolomé debe modificarse para contribuir a la protección de esta pieza perteneciente ya a nuestro patrimonio histórico y cultural. Es necesario eliminar tensiones especulativas sobre la parcela en que se inserta disminuyendo los aprovechamientos edificatorios asignados y la compensación correspondiente a sus propietarios si cupiera.

Es lo que proponemos los arquitectos canarios a nuestras autoridades para que actúen diligentemente en consecuencia.

En Las Palmas de Gran Canaria a 26 de Noviembre de 2012


¡ÚNETE A LA LUCHA!
¡SALVEMOS EL PALMERAL!

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